Proceso agroalimentario

Estructura compuesta más resistente a la corrosión que el acero inoxidable.

Puertas flexibles rápidas compuestas seguras que reducen los riesgos sanitarios en la industria agroalimentaria

Diseñadas en su origen para los ambientes más corrosivos del sector agroalimentario, la estructura y los mecanismos de la puerta flexible rápida de alta eficiencia Nergeco son de materiales compuestos un 45 % más resistentes a la corrosión que el acero inoxidable. Son compuestas, porque la formulación y el diseño desarrollados específicamente para cada función mecánica y cinemática han permitido un aumento de la resistencia al desgarro, a la torsión y al hundimiento en comparación con las soluciones mecano-soldadas.
Las formas son lisas y antidesgaste, sin la pintura ni las imperfecciones de la mecano-soldadura. Se pueden limpiar a presión, sin desmontarlas. Descendientes y ventiladas de forma natural, permiten un secado rápido y están por tanto perfectamente adaptadas a los procesos secos o húmedos.

Los mecanismos son también de mecanismos compuestos, más resistentes a la corrosión que el acero inoxidable 316L. La resiliencia de los montantes, su capacidad de absorber un choque sin deformación permanente y la ausencia de pintura le garantiza un aspecto duradero, sin corrosión.

Por último, los múltiples rigidizadores flexibles de la Cortina Inteligente Nergeco, incorporados sin soldaduras estancas, ofrecen un reparto uniforme de la presión en toda la estructura para resistir a una eventual sobrepresión. La Cortina Inteligente aumenta así el aislamiento y su borde de cierre flexible y deformable tanto en sentido vertical como horizontal y reactivo en 40 cm de alto reduce los costes de reparación y mantenimiento.
En cada apertura, libera el paso en el último momento sin riesgo en caso de contacto, después se cierra a la misma velocidad –dos veces más rápido que las puertas clásicas— sin peligro para los usuarios, los vehículos o los bultos. Por tanto, reduce los siniestros y las paradas de producción y, al disminuir también el tiempo de apertura, reduce el consumo de energía necesario a la atmósfera controlada y los riesgos de contaminación aerotransportada ¡hasta un 32 % en cada ciclo!